Una encuesta realizada por CECODAP y CISOR, presentada en noviembre de 2016, da cuenta de los Efectos de la crisis económica y política en niños, niñas y adolescentes en el Área Metropolitana de Caracas. Se trata de una situación dramática, que pone en jaque el futuro de la Nación.
La crisis ha obligado a las familias a cambiar sus hábitos. Esto va desde la alimentación, pasando por la recreación, hasta llegar al mismo trato intrafamiliar. Estos cambios, sostiene el análisis de los resultados de la encuesta coordinada por Matilde Parra, pueden atentar contra los derechos fundamentales de los niños y adolescentes.
Podemos comentar que 98,2% de los entrevistados contesta que en sus hogares ha cambiado la alimentación en el último año, producto de la crisis. También que 86,09% de los hogares no dispone de dinero para dedicar a la recreación, un tema clave y no accesorio en esta etapa del desarrollo humano. O destacar que la crisis de confianza y de referentes se expresa cuando los más jóvenes dicen admirar no a figuras de las artes, la política, el deporte o la religión, sino fundamentalmente a sus papás y demás familiares. Lo cierto es que 70% de los hogares venezolanos enfrenta situaciones muy duras que, producto de la crisis, afectan el desarrollo del que con facilidad tildamos como “el futuro del país”…
Hemos dicho en distintas oportunidades que esta, la peor crisis desde la Guerra Federal, ha roto la polarización política y afecta a todos los venezolanos. Nadie tiene hoy refugio absoluto de la grave situación. Los adultos seguimos, “guapeamos”, por eso los niños admiran a los padres, como revela el estudio, por su capacidad de seguir adelante en medio de la adversidad. Pero los niños y los adolescentes están padeciendo la crisis de una manera terrible en una etapa fundamental de su desarrollo.
La familia es el último recurso que le queda a la sociedad venezolana. Sin embargo, la crisis ha ido erosionando, también, la dinámica familiar. El desempleo y la falta de dinero son hoy la primera causa de discusiones en los hogares y las dificultades para conseguir alimentos desestabilizan la dinámica del hogar. Cada vez más, los padres deben pasar tiempo fuera de casa, en colas, en lugar de atender las necesidades de los más pequeños de la casa. Atrás quedaron los días en los que los niños recibían juguetes, ropa, calzado e incluso productos necesarios para su alimentación. Simplemente el presupuesto familiar no da.
11 son los puntos que, a modo de recomendaciones, propone CECODAP como “ideas a favor de la niñez y la adolescencia”, y que pueden consultarse aquí. Se trata de un trabajo encomiable, que parte de una preocupación genuina sobre una población especialmente vulnerable, que crece y padece en revolución, encerrada, por ahora, en el callejón del fracaso del modelo chavista.
Y de eso se trata. El colapso del chavismo no se circunscribe al mundo político, a la MUD, a las tendencias internas del GPP, a los militares. El colapso del chavismo, la resaca de 18 años de irresponsabilidad, violencia, corrupción, incapacidad y arbitrariedad, compromete especialmente a los que solo han conocido esto, a los que son “made in Socialismo del Siglo XXI”. Es el futuro, hoy truncado por un régimen que ha significado un atraso a todo galope hacia el siglo antepasado.
Por eso, cerramos 2016 insistiendo en que urge cambiar. Cambiar para abrir las puertas al futuro, a un futuro de inclusión, solidaridad, prosperidad y progreso para todos. Un cambio de verdad, no solo de caras, que se encamine en la superación del rentismo y del clientelismo, que desangran los recursos escasos que deberían dedicarse a la gente. 2017, lo sabemos, no viene fácil. Nuestro deseo para el año que entra es que nos dé la sabiduría para enfrentar los desafíos complejos de la terrible crisis nacional y nos ilumine el camino hacia la superación de este horrendo calvario.
Publicado en PolítiKa UCAB el 16 de diciembre de 2016.
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