
La Palma
047 – 7 de mayo de 2020
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La polarización extrema ha significado la cooptación de los principales medios de comunicación. Este espacio ofrece una visión crítica detrás de algunos de los principales titulares diarios, en un formato sucinto.
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Titulares y mi comentario de hoy
Cada uno cuenta
En medio de la alborotada agenda noticiosa nacional, El Pitazo da cuenta de la liberación de un número de presos políticos y comúnes en la noche de ayer y la madrugada de hoy. Es una buena noticia.
La Mesa de Diálogo Nacional ha hecho un esfuerzo importante por la liberación de los presos políticos. No ha sido fácil. No podemos estar satisfechos con los resultados. Falta mucho por hacer y hay mucha gente presa que debería estar en libertad. Eso no quita que la labor de la MDN sea importante y necesaria.
Las críticas de algunos sectores a la MDN es que no plantea un «todo o nada», no encara el diálogo como la negociación de los términos de rendición del contrario. Esa es, precisamente, su fortaleza.
Parten de una premisa equivocada quienes miden los resultados de la MDN por la permanencia o no del gobierno de Maduro en el poder. Esa no es, ni ha sido nunca, la misión de esta instancia. Aun así, estamos inconformes. Así lo hemos dicho y en eso insistimos.
Pero el tema de los presos políticos, que denunciamos una y mil veces como producto de la arbitrariedad y el autoritarismo, no puede abordarse desde el juego suma cero. Cada caso cuenta. En cada uno hay una historia, unos afectos, una familia. Sería inmoral e inhumano decirle a las familias que no pueden reencontrarse hasta que salgan todos. Y que salgan todos es nuestro más hondo deseo.
La tarea no es sencilla. Las negociaciones no son fáciles. Aunque comunicacionalmente parezcan «arranques» (o, para los más escépticos, puestas en escena para tapar «x» acontecimiento o reacciones a la «presión» de «y» coyuntura), la verdad es que se trata de conversaciones y negociaciones largas, lentas (de nuevo, muy lentas para nuestro gusto) y complicadas. Complicadas, porque por una puerta entra la oposición democrática pidiendo la liberación de los presos políticos y, al salir, por la otra entra, por ejemplo, el Comité de Víctimas de las Guarimbas (que existe, y sobre el no-reconocimiento del dolor y la legitimidad del otro podríamos escribir extensamente), a reclamar por lo que consideran un acto de injusticia a sus agraviados.
Reiteramos lo dicho: celebramos la liberación de un grupo de venezolanos que hoy se reencuentran con sus familias, al mismo tiempo que nos declaramos inconformes con los resultados, y que insistimos en que cada preso político cuenta: los más ‘célebres’, los menos conocidos; los «políticos» propiamente dichos y quienes han sido encarcelados injustamente por protestar con una cacerola o por lanzar una piedra. Falta mucho por hacer, ese es nuestro reto y nuestro compromiso. ¡No más presos políticos!
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