El ABC de Daniel Fermín, Sociólogo e Investigador de la UCAB: “No le estamos pidiendo a nadie que venga a resolver nuestros conflictos”

La calidad de las elecciones no es cuestión de un día. El voto es la alternativa para resolver los problemas en paz. Vender el tema de la observación electoral como una intromisión no es correcto. El 66% de los venezolanos desconfía del CNE, pero el 87% irá a votar el 6D, señala el vocero del Proyecto Integridad Electoral de Venezuela.

Macky Arenas

Daniel Fermín es editor de la Revista PolitiKaUCAB.  Sociólogo por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), con estudios de postgrado en Gerencia Pública de la Universidad Metropolitana.  En 2015 realizó el Programa de Estudios Avanzados en Conflicto No-Violento de la FletcherSchool of Law&Diplomacy de la Universidad de Tufts (Boston).  Investigador del Centro de Estudios Políticos y profesor de la Escuela de Ciencias Sociales de la UCAB.

Es Investigador del Proyecto Integridad Electoral de Venezuela del CEP. Esto fue lo que nos dijo para los lectores de ABC de la Semana.-

“Desde la Academia no estamos pidiendo que se creen condiciones para que la oposición gane.”

_  El gobierno se resiste a permitir la observación internacional sobre las elecciones. ¿Qué implica para la integridad electoral?

_  Hemos venido trabajando la integridad electoral, un proyecto que tiene como base el elaborado por la Universidad de Harvard y la de Sydney, en Australia, iniciativa de una extraordinaria politólogo de apellido Laurence, el cual hemos traído a Venezuela  pues el concepto de integridad electoral se ha convertido en una especie de sello de calidad internacional, en un estándar internacional de la salud y la calidad de los sistemas electorales y, por ende, también del sistema democrático.

_ Ustedes sostienen que  la integridad electoral es un ciclo. ¿Qué significa eso?

_  La calidad de las elecciones no es cuestión de un día. No se trata solamente de lo que ocurre en el día de las votaciones, sino lo que sucede desde la selección misma de las autoridades electorales que, por cierto, el año pasado fue completamente irregular. Eso tenía que haberlo hecho la Asamblea Nacional. Como no se pusieron de acuerdo, el Presidente de la Asamblea declara que hay omisión legislativa y lo envía al Tribunal Supremo. Al final solo cambió un rector, dos se reeligieron. Nosotros, desde ese preciso momento estamos activos, denunciamos que no es lo mismo falta de acuerdo que omisión, así que desde ese primer momento las cosas comenzaron a hacerse mal.

 _ Uno tiene la impresión de que todo eso está viciado de principio a fin. ¿Es que habrá algún renglón de la plana en el cual se observe la integridad electoral?

_  Lamentablemente, Venezuela no se cuenta entre los primeros países en materia electoral; por el contrario, competimos con los países más autoritarios del planeta por el primer lugar en desconfianza. Eso es una lástima pues tecnológicamente estamos muy avanzados, pero en la calidad del sistema no damos la talla. Triste, en un país que tiene una tradición democrática de 60 años que se manifiesta en todos los estudios que hacemos.

 _ ¿De qué manera?

_ 66% de los venezolanos desconfía del CNE, incluidos chavistas descontentos y, aún así, el 87% de los venezolanos asegura que, pase lo que pase –y remachamos la pregunta- irá a votar el 6D.

 _  Eso habla de una fuerte cultura democrática que resiste en el alma del país…

_  Eso habla no sólo del aprecio y valor que el venezolano concede  a la democracia, sino de que, a pesar de los intentos por falsificarla historia y de la época de democracia civil –con todas sus fallas- el venezolanos tiene a la democracia como faro y guía para tratar de salir de los problemas por más graves que sean.

 _  Podremos tener una tecnología muy avanzada pero, ¿a qué está sirviendo si no es a la transparencia del voto?

_  La transparencia del voto depende más del factor humano que del tecnológico aunque la tecnología siempre dependerá de la apertura a auditorías y observación permanente por parte de los factores políticos y de la sociedad en general. Afortunadamente, los factores políticos tienem excelentes técnicos, hay que decirlo. A pesar de que hay mucho miedo por el tema tecnológico pues son muchos los venezolanos que piensan que el voto no es secreto y que se pueden cambiar electrónicamente los resultados – a pesar de que esto no ha sido así hasta ahora-, esa es la percepción y tiene más fuerza que la realidad. Por eso no entendemos por qué el CNE se ha negado sistemáticamente a una campaña más agresiva que reafirme el secreto del voto. Nosotros, desde la UCAB, ante la negativa del CNE y en base a los principios de corresponsabilidad que establece la Constitución, nos hemos dado a la tarea de impulsar comunicacionalmente el empoderamiento ciudadano, que la gente perciba que los dueños de este proceso no son los candidatos, ni el CNE, ni mucho menos el Presidente, sino los ciudadanos.

_  El sólo hecho de que la gente quiera ir a votar a pesar de los pesares indica que hay conciencia acerca de esa responsabilidad…

_  Este años hicimos un seminario internacional sobre integridad electoral y, al presentar los resultados de la encuesta, alguien nos preguntó si no existía una contradicción entre desconfiar del CNE y querer votar y, antes de poder responder, la representante del Acuerdo de Lima –acuerdo internacional en asuntos electorales-, una colombiana, dijo algo bello además de impactante: “No hay contradicción, la gente quiere votar porque no se quiere matar”. En otras palabras, el voto es la alternativa para resolver los problemas en paz.

_  Para resolver las cosas en paz, tendríamos que tener un gobierno que reconociera el resultado del voto. Hasta ahora no ha sido esa la tónica del discurso oficialista y, si ni siquiera admiten observadores, “huele a podrido en Dinamarca”…

_  Si uno quisiera jugar a abogado del diablo y dar el beneficio de la duda a las autoridades electorales, podríamos partir del punto en que ellos afirman que no en todos los países del mundo hay observación electoral, de hecho, en los más desarrollados no la hay…

 DESCONFIANZA

_ ¡Porque no hace falta!

_  Cuando he tenido oportunidad le he respondido a la señora Lucena que eso es cierto, pero que también lo es el que no en todos los países del mundo existe el grado de desconfianza en el sistema electoral que existe en Venezuela. Quiere decir que el primer interesado en generar confianza en el proceso electoral, el mismo que ellos proclaman como el mejor del mundo, es el CNE. Es por ellos que la negativa a la observación internacional y las trabas que se le ponen a la nacional es algo incomprensible, con lo que no podemos estar de acuerdo. Por eso insistimos tanto en demandar del CNE una rectificación en su postura.

 _  Pueden alegar que permiten la figura del “acompañante”…

_  Hoy en Venezuela no está planteada la observación electoral. Han intentado sustituir la figura del observador por la del acompañante que no es un observador pues tiene unas atribuciones muy limitadas. Es una especie de mirón de palo, no puede hacer informes, no puede citar a la prensa, lo pasearán por donde pasa la novia, no tendrá participación real. El acompañamiento es una observación chucuta que no cumple con los parámetros.

“El venezolano tiene la democracia como faro y guía para salir de los problemas.”

       VENTAJISMO

_  ¿Será por eso que Unasur, Brasil y otros se ha deslindado?

 _  La respuesta de Unasur, de Uruguay, la posición de Brasil – países que no pueden ubicarse precisamente entre los enemigos del gobierno- es significativo. Las instituciones de esas naciones no están dispuestas a poner en entredicho el mucho o poco prestigio que tienen, a dar un cheque en blanco a las autoridades electorales venezolanas. Dicen: “Ya va, eso no es así. Sin las garantías mínimas nosotros no podemos aceptar participar”. Allí es donde consta que no se trata de una agenda internacional de ataque contra Venezuela, ni contra la soberanía. No le estamos pidiendo  a nadie que venga a resolver nuestros problemas. Simplemente, países que fueron aliados hoy ya no tienen confianza en las condiciones en que este gobierno está llevando este proceso electoral.

 _ Retratarse en grupo a veces es riesgoso…¿pero qué perfil y requisitos debe cumplir una auténtica y sana observación electoral?

_  El tema de fondo aquí es la generación de confianza, el tener más ojos sobre el proceso y el valor  de la observación electoral internacional es que aporta ojos que no tienen interés político porque no tienen parte en el proceso venezolano. Debe ser observadores calificados e independientes. El problema es que el gobierno selecciona a los que quiere de Unasur, de Rusia y otros lugares y son gente que no tiene experiencia alguna en observación electoral. La OEA, sin embargo, tiene la misión de observación electoral  más antigua del mundo. Desde que el 1962 llevaron su primera misión en Costa Rica llevan acumulada la más vasta experiencia, lo que hoy llaman el know-how. Aquí no solo no fue invitada sino descalificada por el gobierno y por las instituciones del Estado; la Unión Europea, igual, tiene una utilísima trayectoria en muchos países y procesos electorales.

 _  Y nadie los ha acusado de metiches ni de conspiradores…

_  Vender el tema de la observación electoral como una intromisión no es correcto. El Presidente de la Asamblea ha llegado a calificarla de pretensiones neocolonialistas, pero todo eso forma parte de un discurso político orientado a, por una parte, cohesionar internamente a unas filas oficialistas cada vez más menguadas y disidentes; y por la otra, el propósito expreso de generar abstención en la próxima jornada de votación. Nosotros creemos que el tema de fondo es la confianza y la clave es el tema de la paz: en manos del CNE y de la dirigencia política nacional está la paz del país. Vivimos tiempos de mucho conflicto, de mucha crispación y, ante esa realidad, nuestra responsabilidad nos ha llevado a hace un llamado al CNE para que permita y promueva la observación electoral.

 _  Que no es materia sólo del día de las elecciones…

_ Exacto, no se trata solo de permitir que el 6D visiten a los centros, que los paseen, que se asomen detrás de la máquina. Todo eso es válido, pero una genuina misión de observación electoral ya debía estar en el país, aún desde el inicio de la campaña, aunque en Venezuela el arranque es bastante simbólico ya que el CNE se ha excusado diciendo que no puede reglar la precampaña, sólo la campaña, lo cual se ha convertido en una manera de dar rienda suelta al ventajismo y la falta de controles. Sabemos que todo el mundo está en campaña y desde cuándo: hay vallas, hay murales, hay cuñas en radio…para nadie es un secreto que aunque falten 10 días para el inicio oficial, estamos en campaña.

 _  Y el que tenga más dinero lleva ventaja y quien tiene es el gobierno…

_  Desde la Academia no estamos pidiendo que se creen condiciones para que la oposición gane, lo que pedimos es que se generen condiciones competitivas para todos.-


Publicado en ABC de la Semana el 13 de noviembre de 2015.

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