
La Palma
105 – 1 de septiembre de 2020
Mi comentario de hoy
Una forma de hacer política
En enero de 2012, a través de Twitter, planteé una inquietud que me persigue hasta el día de hoy: “Uno de mis temores es que la V República se ha constituido en una forma de hacer política, a ambos lados del «espectro”.” Lo seguí diciendo que eso es terrible para Venezuela.
Ocho años después, los hechos lo confirman.
La llamada V República, entonces, no es patrimonio ideológico ni programático de una tendencia, ni siquiera de la que la concibió, sino que ha marcado la manera de aproximarse a la política, a su dinámica, a su visión del “otro”. La define, paradójicamente, una visión antipolítica. También la exclusión, la confrontación permanente, el sectarismo, la hostilidad, la promoción de la lucha existencial y la polarización extrema, la mezquindad, la impermeabilidad al reclamo y, en esa línea, la pretensión de infalibilidad.
Si “la revolución nunca se equivoca”, la “contrarevolución” tampoco.
Es lo que hemos visto a través del experimento fallido que han llamado el ‘interinato’. El liderazgo cree que tiene que ‘ser’ infalible, cuando lo que tiene que ser es honesto en el balance. Si supiera que eso no le resta nada, sino todo lo contrario…
Hoy, acorralados por la realidad, insisten en el error. Si la política del avestruz, la de meter la cabeza en la tierra ignorando la realidad, los metió en todo esto, la misma política anima su resistencia a ver que ya fue, que su ruta no sirvió. Son necios.
Pierden aliados, primero más de 30 diputados, luego factores clave de su coalición en la derecha extrema y moderada, pero es más fácil llamarlos colaboracionistas, alacranes, divisionistas, arrastrados, y una larga lista de epítetos, antes que acusar el deslave. Si suena parecido a aquello de la “derecha endógena”, de los “judas”, de los “traidores”, es porque, de nuevo, se inscribe en una manera de hacer política. La de la llamada V República.
Tienen más de 750 millones de razones para querer que nada cambie, no quieren perder los privilegios, ni la beca, ni el ‘reconocimiento’ que los puso a la cabeza de un sector de la oposición, finalmente, luego de las, también fallidas, entregas previas de La Salida. Dicen que “lo han intentado todo”, como quien le dice al profesor “¡pero es que yo estudié, se lo juro!” ante un 05. Dicen “hemos cometido errores” pero ni dicen cuáles son ni se muestran dispuestos a rectificarlos.
Al final, son cónsonos, no con lo que dicen combatir, sino con una manera de hacer política que los envuelve y que los convirtió, precisamente, en todo lo que decían adversar.
Ante eso, no queda sino insistir, como hemos hecho desde hace tanto, pese a todos los obstáculos, los ataques y las pasiones que despierta este ambiente de guerra civil no declarada y latente, en otro camino, en otra manera de hacer política.
_____
La polarización extrema ha significado la cooptación de los principales medios de comunicación. La Palma es un espacio que ofrece una visión crítica detrás de algunos de los principales titulares diarios, en un formato sucinto.
_____
Deja una respuesta