
La Palma
095 – 6 de agosto de 2020
Mi comentario de hoy
Biden y las sanciones
El 3 de noviembre, más de 150 millones de estadounidenses elegirán a su próximo presidente. Luego de unas primarias combativas, con altos y bajos, será el ex vicepresidente Joe Biden quien compita con Donald Trump por el Despacho Oval.
Los venezolanos no hemos sido ajenos a esta campaña, por múltiples razones. En Estados Unidos vive una comunidad nutrida de venezolanos, con peso para influir electoralmente. Además, es público el papel de EEUU en la política venezolana, sobre todo a partir de su patrocinio y tutela del experimento fallido del ‘interinato’. Asimismo, la política de sanciones y bloqueo de la administración actual en EEUU ha incidido e incide en el deterioro de la economía venezolana, ya desmantelada por el mal gobierno.
De modo que no es extraño comentar, desde Venezuela, sobre la campaña estadounidense. Trump sabe la importancia del tema Venezuela. Digo tema Venezuela, más que los venezolanos, porque el desastre madurista ha servido de perfecto espantapájaros para advertir sobre las consecuencias del ‘socialismo’ y lo que, supuestamente, le esperaría a EEUU bajo una administración de la «izquierda radical» demócrata, un chiste en sí mismo… para cazar votos.
Biden también lo sabe. El candidato demócrata ha insistido en un cambio de política internacional. Su principal oferta a la comunidad venezolana es un Estado de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos en EEUU, que valoramos positivamente y que tendría un impacto beneficioso sobre la comunidad venezolana en ese país. Pero, ¿Y los venezolanos en Venezuela?
Biden ha sido tímido con respecto al continuismo de la política de intervención en Venezuela. Ha esquivado quizás el tema más espinoso: las sanciones económicas que, pretendidas contra Maduro y su élite, les resbalan, perjudicando, en cambio, a los venezolanos más necesitados.
Entendemos que la timidez obedece a presiones, al cuidado del siempre duro voto del sur de la Florida y al lobby de la burocracia del ‘interinato’ en DC, temerosa de perder su beca en una posible era post Trump, pero esperamos más. Si Biden quiere realmente representar un cambio en la política internacional de Trump, sobre todo hacia América Latina, debe comprometerse a levantar sin complejos las sanciones contra los venezolanos, al menos las sanciones generales que sólo agravan la crisis.
La coalición alrededor de Biden, sobre todo los sectores progresistas que son fundamentales para su triunfo, deben velar por ese cambio. De lo contrario, seguiremos en lo mismo y la casta que ha hecho del ‘interinato’ su modus vivendi cambiará de jinete si ve a Trump perdiendo, en nombre del ‘bipartidismo’, todo por mantener los privilegios y conservar los cuantiosos recursos que, sin contraloría, sirven para mantenerla en la comodidad.
Si Biden quiere un cambio genuino de política con respecto a Venezuela, debe analizar el daño de las sanciones y revertir la política de los halcones que hoy ocupan la Casa Blanca para dar paso a canales diplomáticos que estabilicen la relación y fortalezcan la interlocución para que la postura de apoyar la libertad en Venezuela no se traduzca en hacerle la guerra a los venezolanos.
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La polarización extrema ha significado la cooptación de los principales medios de comunicación. La Palma es un espacio que ofrece una visión crítica detrás de algunos de los principales titulares diarios, en un formato sucinto.
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